LAS AVENTURAS DE SHERLOCK HOLMES:

Las aventuras de Sherlock Holmes es una serie de relatos de Sir Arthur Conan Doyle que comprenden las aventuras del famoso detective Sherlock Holmes y su amigo, e Dr. Watson. Los relatos de esta serie son:

* Escándalo en Bohemia:
Holmes es llamado por un caballero enmascarado. Se presenta como el conde Von Kramm, un agente de un cliente adinerado, pero Holmes deduce rápidamente que se trata de Wilhelm Gottsreich Sigismond von Ormstein, gran duque de Cassel-Felstein y reyhereditario de Bohemia. El rey, arrancándose la máscara, lo admite.

Holmes disfrazado de clérigo.
El caso es el siguiente: el rey está prometido con Clotilde Lothman von Saxe-Meningen, una joven y aburrida o divertida, según la persona, princesa escandinava, pero los suegros del rey tendrían una opinión muy mala de él si alguna prueba de su relación formal con una cantante de ópera llamada Irene Adler, originaria de Nueva Jersey, se les fuera revelada. Desafortunadamente, eso es lo que la dama está intentando hacer, aunque aparentemente no por dinero, ya que los agentes del rey han intentado comprar la prueba. También han allanado la casa de Irene Adler para intentar encontrar la prueba.
La prueba es una foto descrita a Holmes como de tamaño exposición, y por lo tanto demasiado grande para poder llevarla encima, que muestra al rey (entonces era el príncipe heredero) e Irene Adler. El rey le da a Holmes 1000 libras (83.000 libras de 2008)1 para cubrir cualquier gasto, aunque dice que le daría una provincia de su reino por recuperar esa fotografía. Holmes queda con Watson en el 221 de Baker Street  a las tres de la tarde del día siguiente.
A la mañana siguiente, Holmes sale a la casa de Irene Adler vestido como mozo de caballos en paro, y se las arregla para conseguir información útil de los otros trabajadores del establo. Irene Adler tiene un amigo caballero, Godfrey Norton, un abogado, que le visita cada día. En ese día en particular, Norton visita a Irene Adler y, poco después, coge un coche de caballos a la iglesia de Santa Mónica en Edgware Road. Minutos después, Irene va en su carruaje al mismo lugar. Holmes les sigue en un coche de caballos y, al llegar, acaba siendo testigo en la boda de Godfrey Norton e Irene Adler. Curiosamente, los recién casados van por caminos diferentes después de la boda.
Holmes decide actuar esa noche, con la ayuda de Watson. Disfrazándose como un ingenuo clérigo, llega a la casa de Irene Adler y, con la ayuda de unas personas, que Holmes había contratado con el dinero del rey para esa noche, causa una pelea en la que acaba con la cara sangrando, justo cuando la señora Adler, o la señora Norton, llega a casa. Ella lleva al clérigo dentro de la casa, donde se ocupa de él. Entonces Watson, habiendo recibido instrucciones de mantenerse cerca de la ventana del cuarto de estar, espera a que Holmes alce la mano. A esta señal. Watson tira un cohete de fontanero por la ventana y grita «"¡Fuego!"», algo que también gritan las demás personas en la calle. Entonces Holmes ve como la señora Norton corre hasta un panel en la sala de estar, lo abre, y trata de sacar algo de ahí. Descubierto de este modo donde está la fotografía, Holmes dice que es una falsa alarma, y se las arregla para marcharse de la casa y encontrarse con Watson en la esquina como habían planeado. Casi habían llegado a Baker Street cuando pasa algo raro: Ellos oyen a una voz decir «"Buenas noches, señor Sherlock Holmes"». Holmes reconoce la voz pero no recuerda de quién era. Si lo hubiese hecho, habría deducido qué significaba ese saludo.
Holmes, Watson y el rey van a la casa de Irene Adler a la mañana siguiente temprano para hacer lo que Holmes no tuvo la ocasión de hacer la noche anterior, robar la foto. Sin embargo, descubren que ella y su marido han abandonado Inglaterra, para no volver. La foto se ha ido, y en su lugar ha sido dejada otra foto, mostrándola solamente a ella.
Ella dejó además una carta para Holmes, dejándole claro que ella sabía quién era –sus sospechas fueron suscitadas por el "fuego"– y que era muy probable que lo hubiese contratado el rey. Ella declara que ama y es amada por Godfrey Norton y no siente más la necesidad de convertir su relación formal en un escándalo, y que el rey no debe preocuparse más por la foto –a no ser que sea lo bastante tonto como para continuar atacándola de cualquier manera. Por supuesto, ella aún la mantiene. Ella revela además que le siguió a su casa después del fuego y que fue ella la que le dijo "buenas noches" a él.
El rey está satisfecho con este resultado, y le ofrece a Holmes un valioso anillo como recompensa. Holmes, sin embargo, impresionado por la inteligencia de Irene, le pide el retrato de la mujer en vez del anillo. Más tarde Holmes recibe una caja de rapé de oro del rey.

*La liga de los pelirrojos:


En la historia que tiene lugar en 1890, un prestamista londinense llamado Wilson, un hombre con "cabellos muy rojos", visita a Holmes y Watson. Les dice que su joven empleado, Vincent Spaulding, le había enseñado un anuncio que daba trabajo a alguien con pelo rojo en algo llamado "la Liga de los Pelirrojos" y le había dicho que se presentara para hacer una entrevista. A la mañana siguiente, Wilson había esperado en una cola llena de pelirrojos, fue entrevistado y fue el único candidato contratado, porque ninguno de los demás candidatos tenía un pelo tan rojo como el de Wilson. Le pagaban bien, cuatro libras a la semana, solamente por copiar la Enciclopedia Britanica en una oficina solitaria, pero una mañana sin previo aviso apareció un cartel en la puerta cerrada de la oficina que rezaba "Ha quedado disuelta la Liga de los Pelirrojos". Entonces Wilson fue al dueño de la casa, quien dijo que nunca había oído hablar de la Liga de los Pelirrojos, ni de Duncan Ross, la persona que representaba allí a la liga y actuaba como jefe de Wilson. Pero el dueño recordaba el aspecto del señor Ross y le dio una dirección que llevó a Wilson a una fábrica de rodilleras artificiales. Él acaba la historia señalando lo frustrado que estaba por perder las cuatro libras semanales. Holmes y Watson se ríen un poco por lo ridícula que es la situación, pero Holmes asegura que para el lunes el caso estaría resuelto. Después de que el cliente de Holmes, Wilson, se va (habiéndole dado primero al detective una descripción de Spaulding), Holmes decide ir a ver a Spaulding, a quien Holmes se fija que tiene las rodillas de los pantalones sucias. Entonces Holmes, con una idea en la cabeza, da golpecitos en el suelo de la acera en frente del local del prestamista. Con el caso resuelto, se va a escuchar a Sarasate, que toca en Londres; y acto seguido,llama al inspector Jones, de Scotland Yard, y al señor Merryweather, un banquero.

*Un caso de identidad:
Ambientada en 1888, la historia gira en torno al caso de la señora Mary Sutherland, una mujer con grandes ingresos gracias a los intereses de un fondo creado para ella. Ella está prometida con un silencioso londinense que ha desaparecido recientemente. Las dotes detectivescas de Holmes apenas son puestas a prueba ya que este caso se convierte en algo muy elemental para él, aunque intrigue tanto a Watson.
El prometido, Hosmer Angel, es un personaje peculiar, bastante callado, y bastante reservado respecto a su vida. La señora Sutherland solo sabe que él trabaja en una oficina en Leadenhall Street, pero nada más específico que eso. Todas las cartas a ella están escritas a máquina, incluso la firma, y él insiste que le responda a través de la oficina de Correos local.
El clímax de esta triste relación llega cuando el señor Angel abandona a la señora Sutherland en el altar el día de su boda.
Holmes, anotando todas estas cosas, la descripción de Hosmer Angel, y el hecho de que él parece que sólo visita a la señora Sutherland cuándo su descontento y, más bien joven padrastro, James Windibank, está fuera del país por negocios, llega a una conclusión bastante rápido. Una letra escrita a máquina confirma su teoría sin ninguna duda. Sólo una persona podría ganar algo de esto: James Windibank. Holmes deduce que "Angel" había "desaparecido" simplemente saliendo del coche de caballos por la puerta después de entrar por la otra.pato
Después de resolver el misterio, Holmes escoge no contarle a su cliente la solución, ya que "Ella no me creería… Hay mucho peligro en quitarle a una mujer su ilusión". Sin embargo, Holmes puede ser acusado por no cumplir con su deber profesional por el que fue pagado – concretamente, investigar el asunto por el cual ella le contrató, darle los resultados y dejarla decidir que hacer con ellos. Holmes aconseja a su cliente que olvide al "señor Angel"; la señora Sutherland rechaza el consejo de Holmes y jura ser fiel a "Angel" hasta que reaparezca.
Holmes predice que Windibank continuará con una carrera criminal y que acabará en la horca
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*El misterio del valle Boscombe :
Comienza este relato cuando Watson recibe un telegrama de Sherlock Holmes, mientras desayuna apaciblemente con la señora Watson. El texto dice: "¿Tiene usted un par de días libres? Acabo de recibir un telegrama del oeste de Inglaterra en relación con la tragedia del valle de Boscombe. Me encantaría llevarle. Tiempo y panorama excelentes. Saldré de Paddington a las 11.15 h."
Watson parte con Holmes hacia el valle de Boscombe, una región cerca de Ross, en Herefordshire. A su llegada, el inspector Lestrade de Scotland Yard se encarga de ponerles en antecedentes de lo que, dentro de su miopía habitual, es un caso claro. El joven James ha asesinado a su padre, el granjero McCarthy. Aunque la culpabilidad del joven parece evidente, atendiendo a las súplicas de Alice Turner, hija del millonario John Turner e íntima amiga del joven, por caballerosidad, Lestrade ha solicitado la presencia de Sherlock Holmes. Éste demostrará, una vez más, la ineficacia de los métodos policiales habituales. Gracias a su brillante actuación, saldrá a la luz un sórdido caso de chantaje y venganza, donde el auténtico criminal resultará ser la propia víctima.
Sherlock Holmes evitará que el joven inocente sea condenado, y ello sin necesidad de delatar al verdadero culpable, a punto ya de declarar ante la divina justicia; de este modo, acallará un escándalo que hubiera afectado a personas inocentes. El relato finaliza con un voto por la felicidad de los jóvenes, ignorantes de las sombras que oscurecen su pasado.

*Las cinco semillas de naranja :

The Five Orange Pips pertenece a las historias sólo aclaradas en parte por Sherlock Holmes, ya que, al menos en apariencia, los culpables sucumben, sin poder, por tanto, confirmar la teoría del detective. Watson sitúa este relato en 1887, aunque lo narra años después, con Holmes desaparecido y aparentemente muerto, cuando relee sus notas del período 1882 a 1890. La historia encuentra a Holmes y Watson instalados ante la chimenea del 22-1B de Baker Street, en una desagradable tarde de lluvia, del recién estrenado otoño londinense.
Conan Doyle, para poder contar con la presencia de Watson en este caso, se ve obligado a enviar a la señora Watson a visitar a una tía suya.
Un día de fuertes vientos, Holmes estaba sentado en su sillón cuándo tocan el timbre. Era un joven llamado John Openshaw que quería consejos y ayuda sobre un caso en su familia; empieza a contar el caso. El padre de John (Joseph) había patentado unos neumáticos irrompibles que lo hicieron rico, tanto que vendió la empresa y se retiró aún más rico. El tío de John (Elías), en cambio, emigró a USA, dónde consiguió el cargo de coronel en el ejército, y compró una plantación en Florida. En 1869, Elías volvió a Inglaterra, donde adquirió una finca. Era un hombre violento, irascible y con repugnancia hacia la etnia negra; fumaba mucho y tomaba brandy en abundancia. En 1878, Joseph le pidió a Elías que John se quedara en su casa. Elías aceptó amablemente. El 10 de marzo del 1883, en el correo apareció una carta Que venía desde Pondicherry, India.Cuándo el tío la abrió, salieron 5 semillas de naranja y un papel que decía ‘’K.K.K’’. Elías se desmayó y nunca más estuvo igual. Luego, el tío le dice a John que dejaba la finca a nombre de Joseph Openshaw. Esto conmocionó a John, que se quedó pensando. El 2 de mayo de 1883, Salió de la finca y nunca volvió; lo encontraron boca abajo en un estanque. El veredicto quedó en homicidio y se cerró el caso. Cuándo Joseph tomó en posesión la finca, inspeccionó un desván al que nunca lo habían dejado entrar a John. Encontraron una caja que decía también KKK. En 1884, Joseph se muda a la finca (que se encuentra en Horsham); y en enero de 1885, recibió la misma carta que Joseph, pero mandada desde Dundee. Tres días después, Joseph fue a visitar a un amigo; y apareció en un pozo, muerto. La causa quedó en ‘’muerte por causas accidentales’’, y cerraron el caso. Luego de dos años y ocho meses, le llegó la misma carta a John, pero mandada desde Londres y no hizo nada. Holmes dice que actúe rápidamente y que no pierda tiempo. Openshaw le da un papel que encontró en la habitación de su tío que databa de marzo de 1869 (cuándo Elías volvió a Inglaterra) que decía nombres y algo sobre poner semillas y liquidaciones de hombres. Holmes le da las gracias y le dice que ponga esa hoja en el reloj solar adyacente a la finca, así se salvaría. Openshaw se va y Holmes habla con Watson sobre algunas posibilidades del caso. Holmes busca la letra ‘’K’’ en la Enciclopedia Americana y le pregunta a Holmes que tienen que ver Pondicherry, Dundee y Londres Este. Watson le responde que todos son puertos. Holmes dice que gracias a ese dato sabe que el que envía las cartas viaja en un buque mercante y que por eso tarda tanto es cometer los crímenes. Eso quería decir, según Holmes, que KKK era una sociedad llamada Ku Klux Klan (según la Enciclopedia, mandan semillas de naranja, que significaban que tenían que dejar el país o si no tendría una muerte infalible). Al otro día, Watson se fija en el diario matutino y le dice a Holmes que ya era demasiado tarde, el joven Openshaw había muerto por un ‘’infeliz accidente’’. Sherlock sale del departamento y no vuelve hasta tarde. Cuándo vuelve, Holmes agarró una naranja, sacó 5 semillas y las puso en sobre que mandó a James Calhoun, hacia Georgia, Savannah. Holmes le dice a Watson que buscó registros en diarios marítimos y encontró uno, la Estrella solitaria, que estuvo en los tres lugares de las cartas mencionadas. Así, el detective terminó con las muertes a manos del KKK, dándoles una cucharada de su propia medicina.